sábado, 9 de febrero de 2013

Entrevista a Valentín Martín Jadraque


Entrevista a Valentín Martín Jadraque



¿Cuándo comenzó a tocar un instrumento de pulso y púa?
Comencé a tocar la bandurria a los 10 años a través del ambiente que se vivía dentro de mi familia. En efecto, mi padre tocaba la bandurria y mis tíos el laúd y la guitarra, y junto con algún otro amigo de mi padre y tíos formaban un grupo que interpretaban las músicas populares de aquellos tiempos, preferentemente zarzuela y por supuesto todo de oído pues desconocían el solfeo.Yo me incorporaba a ese grupo y así iba ejercitando, y entrando en ese mundo del plectro y la guitarra.

¿Por qué decide dar el siguiente paso, de intérprete a arreglista?
Veía en mi familia primero, en la tuna universitaria después, y en general en el mundo del plectro y la guitarra, cómo se tocaba generalmente de oído y por tanto con carencias de segundas y terceras voces y cuando las había abundaban los errores y las “morcillas” y todo ello porque los instrumentistas en general carecían de documentación entendible al alcance de sus conocimientos musicales, como era el solfeo.

Ello me hizo pensar que sería una buena aportación a este mundo de la música de guitarra y plectro, el arreglar partituras con segundas y terceras voces, y que dichas partituras estuviesen escritas en tablatura o música cifrada, en donde el instrumentista lee números que le indican donde debe poner los dedos, sin tener que conocer el solfeo, y que es por desgracia lo que abunda en este mundo de los aficionados a las rondallas, tunas y otras agrupaciones musicales de pulso y púa.Cómo y por qué nace partituraspulsoypua.com.
En los años 50 del siglo pasado mis arreglos musicales solo se utilizaban en la Tuna Universitaria del Distrito de Madrid, a la que yo pertenecía. Después de un largo paréntesis, – en que dejé la bandurria para dedicarme a mi profesión de licenciado en Matemáticas e Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos- y a instancias de un pequeño grupo capitaneado por Antonio Albadalejo –médico psiquiatra- me incorporo a la que sería en el año 1982 la Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Madrid y que hoy perdura.

Esta Asociación da diversos conciertos y posteriormente como Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid sigue dando conciertos, utilizando mis arreglos musicales. Entonces pienso en la utilidad que estos trabajos míos podían suponer para otras agrupaciones musicales, pero para ello habría que publicarlos en forma de libros. Los dos primeros libros publicados los lleva a cabo y explota la mencionada Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Madrid. Posteriormente coge el relevo de la publicación de estos libros un componente de la Asociación – Sebastián Borja – y en la actualidad han salido a la luz otros 10 tomos más, con cerca de 250 partituras en música cifrada y unas 160 partituras en solfeo.

Todo este trabajo está reflejado en la página web de Internet www.partituras-pulso-pua.com. En su página web comenta que con el cifrado musical pretende que las partituras lleguen a la mayor cantidad de aficionados posibles.

¿Cree que existe alguna razón (histórica, cultural) para que buena parte de los intérpretes toquen la bandurria o el laud con cifras?
En mi opinión la tradicional falta de cultura musical, que empieza en la enseñanza primaria, después en la secundaria y luego en la Universidad y Formación Profesional hace que la mayoría de los aficionados a la música de pulso y púa – que son muchos – no dispongan de una cimentación suficiente para que se interpreten las diferentes melodías en base a la utilización del solfeo.
Se recurre al “oído” y ello hace que existan grandes carencias de segundas y terceras voces y éstas, cuando existen, tienen bastantes errores y “morcillas” como dije anteriormente debido a interpretar de “oído”. Es pues una razón histórica basada en la falta de enseñanza musical en los planes de estudios, a lo largo de muchos años. Partía pues de la base de que este mundillo de tunas, rondallas, conjuntos de la 3ª edad, etc. no conocían el solfeo y de ahí que apostase por la música cifrada para llevar a esa gente una ayuda, tan necesaria.
Esta solución de la tablatura o música cifrada llevaría a estos aficionados a interpretar sus partituras de forma más sencilla y completa, dando por supuesto la existencia de una correcta medición de notas blancas, negras, corcheas, silencios, puntillos, etc., que habría que aportar.

De ahí que la música cifrada sea un alivio para los que no han tenido, ni tienen desde su juventud esa formación musical de solfeo. Por cierto, la música cifrada aporta a los no profesionales, que son la mayoría, en mi opinión, algunas importantes ventajas sobre el solfeo ya que si está medida correctamente – como debe ser – elimina al instrumentista de no muy altos vuelos el tener que pensar cuál es la posición de los dedos dentro de los trastes ante las diferentes posibilidades existentes que da una nota de solfeo, dentro del pentagrama. Quizás esta afirmación escandalice a los más puristas del solfeo pero conozco personas, buenos instrumentistas, que conociendo la tablatura y el solfeo optan por la tablatura. Yo soy uno de ellos. Dispone de un catálogo de más de trescientas partituras.

¿Cómo las selecciona? ¿Qué criterios elige para trabajar en una pieza u otra?

En cuanto a la selección que hago en las partituras a “arreglar”, tengo siempre presente a quién van dedicadas en la ejecución de las mismas (que no son profesionales)y al público al que luego se lo van a dedicar. En consecuencia un primer criterio de selección es que sea música pegadiza y de bastante conocimiento por la gente que espero que la escuche, y que no sea de excesiva dificultad de ejecución. Evidentemente, no están elegidas para grandes solistas con una ejecución muy sobresaliente y grandes conocedores del solfeo. Otro criterio siempre ha sido que la partitura “arreglada” no sobrepase los 5 minutos de duración. Piezas muy largas acaban aburriendo al personal no especializado, máxime si no son muy conocidas. Por otra parte procuro elegir piezas de las diferentes parcelas existentes:

Partituras de perfil totalmente clásico: Vivaldi, Haydn, Mozart, Beethoven, Bach, Schubert, Boccherini, etc., etc. Partituras de zarzuela española.

Partituras de cine y algún número conocido de ópera (las menos).
Partituras ligeras: chotis, foxtrot, sevillanas, seguidillas, etc.


¿Cuál es el perfil del instrumentista que compra partituras en su web?
¿Cuál es la obra más demandada?
Respecto al perfil de la persona que compra partituras no puedo informar por lo siguiente:
- Las partituras publicadas están en libros de 20, 40 ó 50 partituras por libro y pueden elegir una partitura que les gusta pero lo que al final tienen que elegir es el libro en donde está esa partitura. 
- Una vez realizado mi trabajo (de miles de horas) de arreglar las partituras, yo las pongo a disposición de otra persona – primero fue de la Asociación de Antiguos Tunos de la Universidad de Madrid y luego de Sebastián Borja; miembro de esa Asociación, que es el que se encarga de que mi trabajo se haga realidad en esos libros y se pongan a disposición de quien quiera adquirirlos y naturalmente previo pago de una cantidad para compensar gastos.

Quiero poner de manifiesto que mi trabajo de esas miles de horas en esta ardua tarea de arreglar partituras no ha representado para mí ninguna compensación económica ni antes en pesetas, ni ahora en euros.

Yo entrego mi trabajo para publicarlo, tal cual sale de mi mano, y ahí termina toda mi intervención posterior. Quizás poner alguna dedicatoria de un libro para un amigo, que me lo solicita. Cierto es, que esta entrega sin compensación económica alguna para mí, está aceptada por mí de forma voluntaria. Le llegarán pedidos de todas las partes del mundo.

¿Es capaz de establecer diferencias entre las formaciones de pulso y púa españolas y las de otros países?
Para complementar lo dicho anteriormente y matizar si los pedidos llegan de todas partes del mundo; por no estar yo metido en estos temas crematísticos de ventas sería conveniente que hablasen con Sebastián Borja, que sí los lleva y que Antonio Cerrajería bien conoce (a Sebastián Borja).

¿Hay suficiente variedad de obras en las piezas de las orquestas de pulso y púa o al final hay piezas “obligadas” para la mayoría de ellas?
No sabe, no contesta, de orquestas extrañas. En las partituras que yo he arreglado creo que hay una gran variedad de partituras y no entiendo qué se quiere decir con piezas “obligadas”. Quizás, en el caso de la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid, a la que pertenezco, si se me pregunta si hay algunas piezas que con más frecuencia suelen culminar los conciertos o bien en forma de bis; les diré que si es esto lo que se pregunta diría que sí y cito a título de ejemplo:

Estudiantina madrileña del maestro Padilla; Marcha Radetzky de J.Strauss padre; Jota de Gigantes y Cabezudos del maestro Caballero.



Además de la puesta en escena, ¿Qué diferencias ve en una rondalla, una tuna o una orquesta de pulso y púa?
La diferencia que yo creo que existe entre la rondalla clásica, una orquesta de pulso y púa y la tuna está por una parte en el carácter más juvenil de la tuna con canciones en abundancia y rondas a las muchachas y la unión y análoga edad que implica en la tuna el hecho de pertenecer a una misma Universidad y actuar de pie y sin partitura. La diferencia entre rondalla y orquesta de pulso y púa la veo fundamentalmente en que la rondalla es de carácter menos serio y formal que la orquesta de pulso y púa, aunque ambas puedan actuar con atriles, partituras y sentados. Puede que la orquesta de pulso y púa tenga un mayor componente de conocimientos de solfeo.

Usted pertenece a la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense y desde dentro habrá visto con mayor facilidad la evolución desde una tuna a una orquesta… ¿cómo valora y dónde se percibe esa transformación?
La transformación que he notado al pasar de la Tuna a la Orquesta de Pulso y Púa de la Universidad Complutense de Madrid ha sido la evolución que conlleva la diferencia de edad y con ella el pasar en la mayoría de los casos de tocar en la Tuna música con canciones, rondas a las chavalas, sin partituras y de pie, a tocar en todos los casos de Orquesta con partituras, sentados con atriles y mayor calidad en las piezas interpretadas. No puede olvidarse que los miembros de la Orquesta actual (que fuimos tunos) ahora somos mayores y profesionales en ejercicio y/o jubilados (ingenieros, licenciados, médicos, economistas, abogados, etc.)

El mundo del pulso y púa es cada vez más generoso en España (conciertos, festivales, agrupaciones cada vez de mayor calidad) sin embargo, continúa siendo un tipo de música con escasa trascendencia “mediática”, ¿a qué cree que es debido?

La escasez de trascendencia “mediática” en el mundo del pulso y púa creo que es un problema cultural ya comentado que nace en la niñez y juventud por el abandono de estos temas en los planes de estudio que se conciben en España desde hace siglos. Yo haría extensivo este problema no solo al mundo del pulso y púa, sino incluso a la música en general. Sobre todo habría que incidir por ejemplo en que actuaciones como aquel programa que hubo en TVE, “El Conciertazo” a las 2 de la mañana para niños los sábados, se hiciesen extensivos para agrupaciones de pulso y púa en horas razonables para las audiencias, y este tipo de programas deberían surgir, a instancias de las diferentes instituciones, fundamentalmente del Estado y Autonomías, que pagamos todos. ¿Por qué no se hace? En mi opinión, porque no da dinero ni poder y sobre todo no da votos a la clase política que hacen los planes de estudios, y la cultura musical queda en general y la de pulso y púa en particular como siempre de “cenicienta” en los presupuestos de las Instituciones. 


La Tuna, ¿una verdadera tradición ?


La Tuna, ¿una verdadera tradición?


     Cuando hablamos de tradiciones en España, inmediatamente vienen a nuestra mente dos imágenes, los toros y el flamenco y de ellas sus expresiones en las fiestas populares como San Fermín, Feria de Abril, Las Fallas… todas ellas relacionadas con la fiesta y el folclore. Si definimos tradición como el conjunto de patrones culturales trasmitidos de una a otra generación al estimarlos valiosos:

¿tendría sentido considerar a la Tuna como una tradición? 
¿qué patrones culturales definen a esta Negra Hermandad? 
¿cuándo empezó y en qué condiciones ha llegado a nuestros días?

     Una visión conservadora del concepto de “tradición” ve en ella algo que preservar de manera fiel y acrítica mientras que desde una perspectiva renovacionista se aprecia, al contrario, que la vitalidad de una tradición depende de su capacidad para renovarse, pudiendo cambiar de forma para adaptarse a nuevas circunstancias, sin perder por ello su sentido. 

     Se consideran tradicionales a los valores, creencias, costumbres y formas de expresión artística característicos de una comunidad, en especial a aquellos que se transmiten de generación a generación de forma oral. Lo tradicional coincide así, en gran medida, con la cultura y el folclore.

     En la reciente historia de nuestro país, la Tuna aparece como un elemento de gran tradición cultural y universitaria, sin ideología política clara, sin circunscripción geográfica pero con una elevada, yo diría elevadísima, presencia social.

     A grandes rasgos podríamos decir que los orígenes de la Tuna son anteriores al Descubrimiento de América; que siempre ha estado vinculada a la Universidad, a la cultura y a la música pero también a la “buena vida”; que ha sobrevivido a guerras, regímenes políticos y hambrunas con las mínimas transformaciones y mantenido siempre relaciones excelentes con la práctica totalidad de los gobiernos; y finalmente que sus miembros, los Tunos, han ostentado cargos destacados en la vida social. Todo esto nos ha llevado a la conclusión de que posiblemente la Tuna haya sido la primera Red Social Universitaria de la historia sin ser conscientes de ello.

     En este reportaje aclaremos en qué situación se encuentra actualmente la Tuna, cuál es hoy su actividad o dónde están y por qué ha bajado tanto la presencia de tunos por las calles y, sobre todo, veremos cómo es el tuno de siglo XXI.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Tunobueno en Storify

lunes, 28 de enero de 2013

Celebrities en la Tuna

Celebrities en la Tuna

Esta lista, pese a a estar realizada con las aportaciones de tunos de toda España no implica que la relación de nombres que aparecen se ajuste a la realidad.




Cultura
David Morillas
Rector de la Universidad de Granada
Derechos de Granada
Escritor



Profesionales de la Comunicación
Director de RTVE
Ciencias de la Información de Madrid
El Gran Wyoming

Medicina de Madrid
Juanjo de la Iglesia
Periodismo y showman
Ciencias de la Información de Madrid
José Luis Moreno
Productor, humorista, cantante de ópera, cirujano
Distrito de Madrid
Javier Nart
Abogado y tertuliano en televisión
Derechos de Barcelona
Arni
Dtor. De Fotografía de Telecinco
Ciencias de la Información de Madrid
Jesús Alvarado
Subdirector de “Los Morancos”
Distrito de Sevilla
Alfonso Navalón
Crítico Taurino
Distrito de Salamanca
Chapu Apazola
Periodista Taurino
Pamplona
Fernando Herranz
Presentador de Telemadrid y Cadena Cope
Deusto
Paco Bernabeu
Cadena SER
Derecho de Granada
Cargos Públicos / Políticos
Adolfo Suárez
Presidente del Gobierno
Pandereta de la Tuna de Distrito de Salamanca
Narcís Serra
Ministro de PSOE

Juan Carlos Aparicio
Ministro de Educación y Alcalde de Burgos
Aparejadores de Burgos
José Mª Michavila
Ministro de Justicia del PP
Derecho de Madrid
Gerardo Fernández Albor
Primer Presidente de la Xunta de Galicia
Compostelana
Pablo Mosquera
Fundador de Unidad Alavesa
Medicina de Salamanca
José Mª Álvarez del Manzano
Alcalde de Madrid
Derecho de Madrid
Afonso Daniel Rodríguez Castelao
Impulsor del Estatuto de Autonomía de Galicia, escritor
Compostelana
Xosé Manuel Beiras
Bloque Nacionalista Galego

José Atarés
Alcalde de Zaragoza

Mundo del espectáculo

Santi Rodríguez
Actor, 7 Vidas
Distrito de Granada
Juan Echanove
Actor
Pandereta de la Tuna de Derecho de Madrid
Marc Parrot
El Chico de la Peca

Hermanos Quijano
Café Quijano
Veterinaria de León
Pepe da Rosa
Showman
Peritos de Sevilla
Desmadre 75
“Saca el wishky cheli”
Derecho de Madrid
Julián y Santigo
Los Gemelos que tocaban con Mª Dolores Pradera
Derecho de Madrid
Pascual González
Cantante de Cantores de Híspalis
Magisterio de Sevilla
Rafael Almarcha
Cantante del grupo Siempre así
Distrito de Sevilla

domingo, 13 de enero de 2013

Bueno consejos

En este tiempo sin pausas que vivimos, recibir un buen consejo de un buen amigo siempre se agradece, y si éste es además un gran tuno, se valora aún más. 

Hoy he recibido un buen consejo

Al finalizar el primer ensayo de este año de la Orquesta de Pulso y Púa, la verdad, no todo eran risas y jolgorio como estábamos acostumbrados. Se respiraba un cierto aroma a tristeza que nunca había habido en ese grupo de aguerridos hombres y consagrados tunos, alguno de ellos con más de ochenta años de vivencias a sus espaldas. Ésta desconcertante situación provocó que mi espíritu periodístico y preguntón me hiciera recorrer los corrillos que se iban formando espontáneamente para pulsar en primera persona el origen de aquella inquietante sensación.

Como dijo Groucho Marx, "al final las cosas no son como nos imaginábamos sino como nos temíamos".

Se trataba de nuevas noticias sobre la situación laboral de algunos miembros de la orquesta. Informaciones a priori preocupantes, pero, de nuevo, la sabiduría de los mayores nos abre los ojos y nos da una bocanada de aire cuando más lo necesitamos.

Nada más lejos que palabras de consuelo, todo lo contrario. Eran palabras de ánimo, aliento, esperanza y justicia: yo le conozco, y es un buen trabajador y mejor persona... no va a tener problema en encontrar trabajo, ya lo verás.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

La Tuna en los libros


La Tuna en los libros

Por MAURILIO DE MIGUEL



Alfonso X el Sabio se refirió a los sopistas como juglares, en su Código de las Siete Partidas (1348). Coetánea suya, también lo hizo la obra «Razón de amor y denuestos del agua y el vino», describiendo las cintas que aún penden sobre la capa del tuno: una por cada conquista amorosa. El Arcipreste de Hita, en «El Libro del Buen Amor», subraya su carácter mendicante... 

Con todo, no puede hablarse de tunos, hasta 1538, año en que los sopistas se acogieron a las viviendas benéficas que les ofrecía la Instrucción para bachilleres de pupilos. A partir de ese momento, comenzaron a cantar sin que en ello les fuera la supervivencia. Porque, entonces, los ya ex sopistas, en calidad de estudiantes veteranos, se hicieron servir como escuderos por los «bobos» o estudiantes nuevos, a los que supuestamente debían apoyar, según la norma, a cambio de legarles su gaya ciencia musical. 

Lo cuenta «La vida del pícaro Guzmán de Alfarache», haciendo hincapié en el status de estudiante rico que así alcanzaron los otrora sopistas. Luego, en «El Buscón» de Quevedo, se habla de las bromas que les aguantaban los estudiantes novatos, hasta cumplir el meritoriaje que les terminara equiparando a ellos... La cuna del tuno, en fin, ya no es la que era. 

Las albadas medievales y cantos escolares pobres constituyeron el primer repertorio del tuno, que nació en España a la vez que en toda Europa. Después, su cancionero se ha enriquecido con tonadas como «Alfonsina y el mar», «Así es Lima« y «Angelitos negros», aparte corridos mexicanos, guajiras y canciones de ida y vuelta que aprendieron sobre la marcha en sus viajes. Y es que tunas como la salmantina han acudido a certámenes por medio mundo y actuado, representando el espíritu festivo de la universidad, en foros institucionales. Actuaciones, parte de cuya recaudación solía compensar el apoyo económico de su rectorado o decanato. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

El Tuno, de pies a cabeza

El Tuno, de pies a cabeza

Estilismo al más puro estilo medievo



Aparte usos y costumbres, si algo ha variado poco, a través del tiempo, ha sido su vestuario de la tuna. Aquel que a sus corales de estudiantes les ha valido el sobrenombre de grillos, cuervos o, simplemente, pájaros. Una indumentaria de rasgos distintivos y simbólicos, frente a la cual, cualquiera sabe ya lo que se avecina...


  • Camisa: Debe ser siempre de color blanco y dispone de generoso cuello y puños, a menudo rematados en puntillas. Aparece bajo el jubón.

  • Jubón: Surgido en España hacia el siglo XIV y popularizado, dos más tarde, como chaqueta prêt a porter, el tuno se la ciñe desde entonces al cuerpo.

  • Bombachos: Se cierran sobre sus pantorrillas, ganando en anchura hasta la cintura. Son los pantalones tradicionales del tuno, también con pedigrí.

  • Gregüescos: Admiten el sinónimo de cervantinos, planteando una alternativa a los bombachos. Tan anchos como ellos, en clave de calzones, nuestro Siglo de Oro los puso de moda.

  • Calzas: Cubren el pie y la pierna, a modo de malla, recordando el aspecto juglaresco de los sopistas. Las calzas pueden surgir bajo los gregüescos. Pero, acompañadas de bombachos, se convierten en medias calzas o sólo en medias.

  • Zapatos: También presentan señas de identidad cuasi medievales, cuando no resuelve el tuno su calzado con botas de aspecto más intemporal.

  • Beca: Alude a la banda colorista que, sobre el jubón, cruza transversalmente el pecho lobo del tuno. Ahora, los tunos mayores se la entregan al tuno recién llegado, a modo de espaldarazo, con los colores y el bordado de la facultad universitaria a la que defenderá cantando. Antes, además, daba a entender que el tuno estaba becado.

  • Capa: Cubre todas la prendas anteriores, sugiriendo su porte donjuanesco y viajero. Demuestra, aparte de todo, su currículum de vividor, puesto que exhibe los escudos de las ciudades visitadas y, en las cintas que cuelgan de ella, los piropos de las mujeres a las que ha cortejado. La prueba de su galanura...